El Dr. Chad Rodekohr destruye el mito de que la ciencia y Dios no pueden coexistir
El doctor Chad Rodekohr, ingeniero mecánico y profesor de física, es un apasionado de lmétodo científico, pero no tiene miedo de ir contra la corriente con sus creencias personales. “Es fácil señalar a la gloria de Dios, durante el estudio de la física”, explica Chad.
Mientras que muchos científicos creen o se sienten presionados a separar la fe en Dios de su profesión cientí fi ca, Chad cree que no hay existe necesidad de esta brecha. “Dios nos ha informado a través de la carta de Pablo a los Romanos que la existencia de Dios y su poder eterno se hacen evidentes en la observación de lo que Dios ha hecho. Por lo tanto, todo lo que estudiamos en física no puede hacer más que señalar a estas dos cualidades de Dios”. Chad explica de Romanos capítulo 1 versículo 20, que dice: “Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de él – su eterno poder y deidad – se hacen claramente visibles, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. “Desde muy joven Chad ha estado fascinado con la comprensión del mundo que le rodea y cómo funciona físicamente.
“Me encanta ver a las golondrinas caer en picada y, con gracia, atrapar su comida en el aire, así que aprender acerca de la física que existe detrás de la aviación y las diversas super fi cies de control de aviones fue algo natural en mí”, recuerda. Sumado a su naturaleza curiosa, desde una edad temprana a los padres de Chad le enseñaron acerca del Dios que creó el universo y él los vio a ellos vivir su fe a diario.
A los siete años de edad él tomó su propia decisión personal de con fi ar en Jesús como su único y su fi ciente Salvador y Señor de su vida, determinando que lo que observó en la vida de sus padres y en el mundo a su alrededor era el resultado de un Dios de amor que realmente quería una relación personal con él.
Mientras que Chad crecía cada día más en su fe cristiana, su amor por la ciencia nunca vaciló. “Hasta el día de hoy, obtengo un gozo extraordinario a ver la precisión de mis herramientas de medición en todo, desde la construcción de baños hasta las observaciones más astronómicas. Esto se deriva del encanto ante el orden con el que Dios ha creado el universo “, explica.
Sin embargo, en su trabajo cotidiano como profesor de física, Chad se ha dado cuenta de que muchos de sus estudiantes confían en el método cientí fi co sin una verdadera comprensión de la
fi losofía que subyace en ella.
“La mayoría no puede realmente diferenciar entre hipótesis, teoría, ley, o hecho. No es de extrañar que no puedan distinguir entre la ciencia repetible y meras a fi rmaciones acerca de la historia “, comparte.
Por ejemplo, cuando surgen discusiones acerca de los orígenes de la vida, Chad dice que muchos científicos hacen a fi rmaciones que se expresan erróneamente como hechos.
“Estos “hechos” son, entonces, aceptadas como el resultado del método cientí fi co. Sin embargo, el método cientí fi co no puede ir hacia atrás en el tiempo – solamente puede ir hacia delante”.
“Por ejemplo,” Chad añade, “los científicos han conjeturado acerca de las condiciones iniciales para el supuesto “ big-bang “. Estas condiciones iniciales son asumidas con que son correctas, pero en realidad no son hechos conocidos debido a que el evento hipotético no fue observado por nadie”.
Cuando el Dr. Rodekohr tiene la oportunidad de alentar a sus estudiantes que están considerando seguir una carrera cientí fi ca, los anima a ¡hacerlo con toda diligencia! Para entender lo que Dios ha creado y cómo ha establecido todo con una orden increíble”.
“No hay ninguna contradicción entre la Palabra de Dios (la Biblia) y la ciencia. Muchos científicos afirman que existen contradicciones, pero eso es porque están haciendo suposiciones basadas en su cosmovisión personal. Si uno comienza con una visión bíblica del mundo, entonces podrá ver claramente la gloria de Dios anunciada en todas las observaciones. Esto tiene mucho sentido –Dios hizo tanto su Palabra (la Biblia) como toda la creación”.
Tanto en sus esfuerzos cientí fi cos como en su propia vida personal, Chad hace todo lo posible para vivir conforme a su fe en Jesús, pero con fi esa que esto no siempre es fácil.
“Cuando las cosas no van a mi manera, mi fuerte tendencia es a desarrollar primero una actitud de queja, suponiendo erróneamente que la vida debe ser fácil y agradable para mí. Esto es orgullo, egoísmo e ingratitud “, comparte con honestidad.
“En ese estado de ingratitud, yo veía a Dios como que Él existe para hacerme feliz a mí. Eso está muy errado. Yo soy el que existe para servirle – no al revés”.
Con esta perspectiva audaz pero humilde a la vez, Chad dice que continúa utilizando su pasión por la ciencia para compartir la verdad irrefutable de la Biblia – la Palabra de Dios y “luz para toda la humanidad”. ●
FUENTE: Periódico El Desafío (http://challengenews.org/us-